El término marketing digital parece ya un poco viciado, porque es uno de esos que se utiliza de manera indiscriminada sin aportar verdaderas certezas sobre su naturaleza. No obstante, es importante manejarlo con precisión y, antes de ponernos manos a la obra con campañas específicas, definir con exactitud en qué consiste.
Para mucha gente lo más cómodo es pensar que el marketing digital es la estrategia opuesta a la publicidad tradicional, y no les falta razón. Pero el modo de observar esta realidad no es enfrentar ambas disciplinas, sino que la idea debe ser sacar el máximo partido de ambas para generar mayor crecimiento en la empresa.
Hoy en día la publicidad tradicional sigue siendo un pilar fundamental en la misión de dar a conocer a una empresa ante su mercado, pero el alto coste que implica y la disminución de interés por parte de la audiencia en la televisión, la prensa o los grandes formatos publicitarios hace que muchas compañías o emprendedores busquen alternativas más económicas y con alto grado de efectividad.
Y es ahí donde entra de lleno el marketing digital, que parece a día de hoy una estrategia irrenunciable debido al alto grado de conectividad en el que vive la sociedad. En cualquier caso, esta fórmula solo es efectiva si se ejecuta de manera correcta.
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¿Qué entendemos por marketing digital?
El concepto de marketing digital comenzó a adquirir relevancia a principios de los 2000, cuando internet se masificó a gran escala. La idea generalizada es entender que esta estrategia incluye a todas las acciones de marketing emprendidas por una empresa o marca en el ámbito digital.
En sus inicios, la dinámica era trasladar conceptos y estrategias de la publicidad convencional al ámbito online, adaptándolos a las nuevas formas de consumo. Pero con la evolución tecnológica y la entrada en el tablero de las plataformas digitales, las estrategias de promoción online se han ido diversificando y expandiendo.
Hoy en día las empresas buscan, a través de sus campañas: aumentar la visibilidad y alcance de su marca, generar interacciones con los clientes y atraer a más audiencia, mostrar sus ventajas competitivas frente a otras empresas, impactar en su público objetivo y garantizar un retorno de la inversión que sea elevado.
El conjunto de las estrategias de marketing digital para cualquier empresa obliga a una actualización constante, ya que las demandas de la audiencia cambian con frecuencia, así como los avances tecnológicos. Sea como fuere, actualmente parece una temeridad no poner el foco en escenarios como las redes sociales, el posicionamiento web o el email marketing.
¿Qué beneficios aporta una buena estrategia de marketing digital?
Una de las ventajas más reseñables del marketing digital es que prácticamente todas las acciones ejecutadas dentro de una estrategia global son fáciles de medir y analizar. Así podemos descubrir, y casi de manera inmediata, qué efectividad está logrando la campaña. Y como consecuencia de esto, se pueden introducir cambios para corregir la dinámica.
Justo esto es lo que estudia el concepto ROI, o Retorno de la Inversión. Es vital, por tanto, enfocar la estrategia hasta acciones que tengan un retorno alto, medido en distintos parámetros como el aumento de ventas, la ganancia de suscriptores o seguidores en redes sociales, el tiempo que pasan los usuarios en la web, las interacciones desde distintos canales.
Por otra parte, el marketing digital es fácil de segmentar, es decir, a través de los datos que se van obteniendo de los clientes podemos diferenciar por sexo, edad, ubicación geográfica, intereses y necesidades. Esto ayuda a diseñar productos y servicios mejor enfocados.
No hay que dejar de lado tampoco la visibilidad que generan las redes sociales o el posicionamiento web. Una buena estrategia de marketing digital permite introducirse de lleno en la mente de los consumidores, generar engagement en ellos.
El aspecto final a tener en consideración es que, generalmente, una campaña de marketing digital exitosa es menos costosa que la publicidad tradicional. Llegamos a más clientes potenciales a través de internet que desde otras formas de marketing. Asimismo, no importa el tamaño de la empresa, ya que se pueden ajustar presupuestos hasta para pequeñas compañías, la clave es acertar con las estrategias a implementar y poner el foco en el medio plazo.