Redactora: Sara Dominguez
Con el avance en el calendario anual llega el temido invierno, y con él, las bajas temperaturas y las heladas, además de las lluvias. Conducir en los meses más fríos del año supone más riesgos que hacerlo cuando la meteorología es más estable y agradable.
A su vez, esas inclemencias meteorológicas pueden poner en peligro algunos componentes del vehículo, de ahí que sea una tarea obligada realizar un correcto trabajo de mantenimiento y cuidado del coche en estas fechas.
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Visitar tu taller de confianza durante el invierno
Los consejos de invierno para los vehículos se repiten cada año. El primero pasa por acudir a un taller mecánico de confianza a que validen cuál es el estado del coche y si hay que llevar a cabo algún tipo de arreglo.
Esta visita se hace necesaria incluso en los territorios donde la climatología es más benigna en invierno. Se da el caso que, en Sevilla por ejemplo, muchos de los vehículos no están adaptados a las bajas temperaturas, y por ello con las primeras heladas pueden sorprender algún fallo en la batería o problemas con los neumáticos.
El taller de coches Jiménez Motor, situado en la capital andaluza, cuenta con más de dos décadas de experiencia en el sector de la mecánica de coches. Allí, al igual que en otros talleres, pueden poner tu vehículo a punto para mantener la total seguridad conduciéndolo y que se mantenga en perfecto estado.
Revisar y cambiar la batería cuando sea necesario
Esta es una de las prácticas más habituales cuando llega el invierno. Las bajas temperaturas pueden generar problemas en el sistema de arranque. Además, los vehículos actuales cuentan con muchas piezas electrónicas que consumen mucha energía.
Por lo general, si la tensión de la batería está por encima de los 12,3 V, se considera cargada, pero si ese valor es inferior, habría que sustituir la batería. Para comprobar el nivel de carga se puede acudir a un taller o bien hacerlo de manera manual si se tienen conocimientos de mecánica suficiente. En ese caso hay que realizar tres mediciones con motor parado y con motor al ralentí.
¿Cuál es el nivel de los líquidos del coche?
Esta tarea sí se puede realizar de manera doméstica. En el caso del líquido refrigerante, su nivel ha de estar entre las marcas de máximo y mínimo, como el de frenos. Para rellenarlo hay que esperar que el motor esté frío. Con el de frenos, lo mejor es sustituirlo por completo cuando esté a bajo nivel, ya que lo ideal es evitar mezclas y que se mantenga siempre en una marca estable.
La comprobación con el nivel de aceite es sencilla, extraer la varilla, limpiarla con un trapo e introducirla de nuevo en su orificio. Al sacarla de nuevo se comprueba si el aceite está entre las marcas de mínimo y máximo. Para añadir aceite, se abre el tapón y se echa lubricante del mismo que lleva el motor atendiendo al manual de instrucciones.
El líquido del lavaparabrisas no tiene nivel de medición, pero hay que mantener suficiente cantidad, cercana al cuello antes del tapón. Las mejores soluciones son las que llevan etilenglicol, pero si no es posible, una mezcla de agua y detergente es suficiente. Junto con el líquido, hay que comprobar también el limpiaparabrisas, en especial las escobillas.
Cuidado con los neumáticos
La revisión del estado de los neumáticos es otra tarea obligada, pues son los elementos que garantizan la adherencia del vehículo al asfalto. Hay que comprobar la presión de inflado y la profundidad del dibujo.
Si se circula por carreteras con un clima muy duro, con la posibilidad de nevadas y heladas, habrá que considerar la utilización de neumáticos de invierno. Junto con todo esto, resultan imprescindibles el buen funcionamiento de las luces y del sistema de frenado.
En invierno hay menos horas de luz y es importante que todo el sistema de iluminación alumbra lo suficiente. Con el frenado sucede algo similar, las pastillas de freno y los discos se desgastan con el uso y en condiciones de lluvia y bajas temperaturas, se pierde adherencia y capacidad de frenado. Cuando notes frenadas irregulares o tactos extraños al pisar el pedal, acude a tu taller de coches de confianza para una revisión completa.
¿El coche duerme en casa o en la calle?
Un último apunte importante es proteger al coche en caso de que duerma a la intemperie. Los vehículos que se guardan en garajes están más protegidos frente a las bajas temperaturas, las heladas y las precipitaciones. Si ese no es tu caso, no dudes en hacerte con una funda de protección que mantenga prota cubierto las áreas más sensibles.
Con estos consejos, tendrás a punto tu vehículo incluso cuando las condiciones meteorológicas sean muy duras. Pero aun así, no intentes circular si no tienes visibilidad suficiente o si escuchas algún problema interno del motor.