El estudio fue llevado a cabo por científicos de Google y Verily (la división médica del alfabeto), y según los expertos, podría proporcionar un método más simple para prevenir el riesgo de enfermedad cardiovascular mediante el análisis de la parte posterior del ojo de un paciente, sometiéndose a este nuevo e interesante tratamiento.
Utilizando el aprendizaje automático de las redes neuronales, más conocido como aprendizaje automático, el software desarrollado por Mountain View analiza primero la parte interna del ojo, rica en vasos sanguíneos, que generalmente logra reflejar muy bien la salud del cuerpo humano.
Estudiando su apariencia con una cámara y un microscopio, los médicos pueden deducir el nivel de presión arterial, la edad y si son fumadores regulares o no, obteniendo información importante para llegar al resultado final, el nivel de salud cardiovascular.
En este punto, entra en juego el algoritmo, que analiza y aprende todos los datos recopilados, desarrollando una predicción sobre el principal factor de riesgo cardiaco -como el ataque cardiaco- con una aproximación muy precisa, al igual que otros métodos utilizados actualmente.
Luke Oakden-Rayner, investigador de la Universidad de Adelaida, especializado en análisis de aprendizaje automático, dijo al equipo editorial de The Verge que el trabajo de los científicos de Google muestra cómo la inteligencia artificial puede hacer una contribución importante para mejorar las herramientas de diagnóstico existentes.
El algoritmo no sólo facilita y acelera las operaciones para los médicos analizando el riesgo cardiovascular del paciente, sino que también elimina cualquier tipo de análisis de sangre como un paso diagnóstico para este tipo de enfermedad. Por supuesto, habrá que realizar más pruebas para aprobar un uso clínico más extendido.
Por el momento, el algoritmo ha sido capaz de procesar y aprender un conjunto de datos médicos de una muestra de 300.000 pacientes, lo que lo hace increíblemente preciso a la hora de analizar dos imágenes retinianas (reportadas justo arriba) pertenecientes a dos sujetos diferentes. La primera ha sufrido de enfermedades cardiovasculares en los últimos cinco años, la segunda no.
El algoritmo de Google fue capaz de detectar al paciente en el 70% de los casos, un porcentaje ligeramente inferior al del método SCORE, comúnmente utilizado para predecir riesgos y enfermedades cardiovasculares, mediante un análisis de sangre con predicciones correctas para el 72% de sus usos.
Según Google, este nuevo algoritmo es más que un nuevo método para juzgar el riesgo cardiovascular. Con una cantidad de datos suficientemente grande, se espera que la inteligencia artificial pueda por lo tanto crear una visión médica completamente nueva, mientras que al mismo tiempo depende de los órganos humanos, como el tejido ocular.