Pronto, los Smartwatches representarán más de la mitad del mercado de los dispositivos portátiles: en resumen, esto es el resultado de un estudio realizado por Forrester que subraya cómo los usuarios preferirán cada vez más los relojes con funciones inteligentes a los «simples» seguidores de fitness que, hasta la fecha, siguen siendo los más vendidos en el sector.
El mercado de los dispositivos móviles está evolucionando -acabamos de informar sobre el inminente adelanto de los dispositivos phablets en los smartphones «compactos» previstos para 2019- y, por lo tanto, también cubrirá los que se pueden llevar puestos. Según Forrester, los smartwatches representarán el 55 por ciento del mercado en 2022, lo que supone un fuerte aumento con respecto al 21 por ciento en 2016. La razón principal de esta inversión de tendencia es la caída de los precios: los costes de los componentes están cayendo, lo que permite a cada vez más fabricantes entrar en el mercado ofreciendo dispositivos económicos. Además, el usuario medio compra una prenda de vestir más que cualquier otra cosa para mantener determinados parámetros de su salud monitorizados y recibir notificaciones directamente en la muñeca, y poco más. A decir verdad, estas características no siempre se ofrecen de forma más efectiva a través de smartwatch con una pantalla más grande y una interfaz más precisa que en un seguidor deportivo.
Sin embargo, el análisis pone de relieve algunos aspectos que, por otra parte, podrían entorpecer la difusión de los dispositivos que se pueden llevar puestos: una cuenta es recoger datos sobre la propia salud y condición física, otra es saber interpretar estos datos para que el usuario pueda analizarlos para sentirse mejor. Y no todos los productos actualmente en el mercado tienen éxito en esto. Y no sólo eso: el modo de interacción con el aparato juega – y jugará cada vez más – un papel fundamental en el éxito de los vestibles. Para que un número cada vez mayor de usuarios pueda utilizarlos realmente, los comandos de voz deben reemplazar completamente el control táctil (o, por ejemplo, a través de la corona digital o el bisel giratorio estilo Samsung).
Según Forrester, la»adopción masiva» tendrá lugar en 2022, y permitirá que el mercado duplique su valor de $4,800 millones en 2016 a $9,100 millones.