Existen muchos tipos de seguros de vida que nos ayudan a proteger el futuro de nuestros seres queridos… especialmente cuando ya no estemos allí para ellos.
Si algo nos recordó la pandemia, es que es muy importante contar con una protección financiera para resguardar nuestro patrimonio. Sin embargo, es normal que nos surjan muchas dudas: ¿Cuánto cuesta un seguro de vida? ¿Cómo funciona? ¿Qué beneficios tengo y cuáles son sus limitaciones? Y, una de las preguntas clave, ¿cuál es el mejor seguro de vida?
Aquí te lo explicamos.
Indice
Tipos de seguros de vida que puedes adquirir
Dependiendo de la aseguradora que elijas, existen distintos tipos de seguros de vida disponibles. Los más comunes son los siguientes:
Seguro temporal
Tal como su nombre lo indica, es el que contratas por un tiempo determinado, como tu periodo de vida productivo, para cubrir una hipoteca o para que tus hijos puedan terminar sus estudios.
Al adquirirlo, te comprometes a pagar las primas sólo durante el periodo estipulado en el contrato. Si llegas a fallecer mientras el seguro sigue vigente, la aseguradora dará el dinero a tus beneficiarios. Si continúas vivo, entonces simplemente terminará el seguro y cesarán las obligaciones de ambas partes.
Seguro dotal
Con este seguro podrás dejar una “dote” o herencia a tu familia, en caso de que fallecieras. También puedes utilizarlo como una caja de ahorro para tu retiro.
Una de las ventajas de este seguro es que los pagos que deberás realizar durante toda su vigencia son fijos, es decir, nunca subirá el costo de la prima.
Seguros vitalicios
El último de los tipos de seguros de vida más comunes es el vitalicio, el cual te protegerá durante toda tu vida, a partir de que lo contrates. Te puede ayudar a tener un ahorro extra para tu vejez, dejar una herencia a tu familia o lograr que tus hijos continúen su educación.
Hay dos clases de seguro vitalicio:
- Ordinario. Lo pagas permanentemente.
- Pagos limitados. Lo adquieres sólo por un tiempo fijo, 20 o 25 años como máximo.
Cada uno de estos seguros tiene la opción de añadir coberturas, como gastos funerarios, por invalidez, enfermedades graves, intervenciones quirúrgicas y más.
Y recuerda que el mejor seguro de vida es el que responde a tus necesidades y a las de tu familia.